martes, 15 de septiembre de 2015

DISEÑO INSTRUCCIONAL




LAS TEORÍAS DE LA INSTRUCCIÓN, INSTRUCCIONALES O DE LA ENSEÑANZA


El diseño instruccional es una tarea pragmática. Basada en la teoría, tiene el objetivo de producir una formación eficaz, competente e interesante. Se han publicado numerosos modelos de diseño instruccional.
 Más explícitamente puede decirse que es una metodología de planificación pedagógica para la producción de material didáctico por medios de teorías de aprendizajes, que sirve de referencia para producir una variedad de materiales educativos, los cuales deben estar orientado a las exigencias y necesidades  del alumnado, asegurándose así la calidad del aprendizaje. El diseño instruccional proporciona un marco de referencia para la planeación, desarrollo y adaptación de  la instrucción, sustentado en las necesidades de los estudiantes y en los requerimientos del contenido. Es decir, se hace un completo análisis de las necesidades y metas educativas a cumplir y posteriormente se diseña e implementa un mecanismo que permita alcanzar esos objetivos. Así, este proceso involucra el desarrollo de materiales y actividades instruccionales, y luego las pruebas y evaluaciones de las actividades del alumno.


El modelo normalmente intenta describir el proceso con el que se logra la formación de calidad. Si un modelo concreto parece interesante pero no es útil en la práctica del diseño formativo, entonces no vale la pena considerar dicho modelo. Presentaremos en esta página algunos modelos que están bien arraigados en la teoría instruccional y en el aprendizaje y que resultan útiles para guiar nuestra práctica de diseño de propuestas formativas basadas en TICs.
Constituyen el complemento de las necesidades de explicación o fundamentación científica del proceso de enseñanza-aprendizaje.
El norteamericano Jerome Seymour Bruner (1915 - ), actualmente profesor de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, afirma que las teorías de la enseñanza, de la instrucción o instruccionales, deben ocuparse de la organización y sistematización del proceso didáctico, a partir del establecimiento de dos componentes: uno de carácter normativo y otro de carácter prescriptivo.
El componente normativo estaría constituido por los criterios y el establecimiento de las condiciones necesarias para la práctica de la enseñanza; mientras que el componente prescriptivo lo integrarían las reglas para obtener, de una manera eficaz, los conocimientos y las destrezas.
Para conferirle un carácter científico a una teoría de la enseñanza debe ésta observar validez en lo empírico y consistencia en la lógica de su estructura interna.
En este sentido una teoría, instruccional debe ser integradora de la teoría y la práctica de la enseñanza, pues una de las características básicas de una teoría de la instrucción es la de su capacidad para vincular los factores y elementos constitutivos de un proceso didáctico, tales como los objetivos, los contenidos, las actividades programadas, los recursos empleados, la evaluación, las relaciones sociales existentes en el aula y en la escuela, etc.
La verdadera y trascendental importancia de las teorías de la instrucción es la de constituir una alternativa, y al mismo tiempo un modelo, de la posibilidad del mejoramiento del proceso de enseñanza-aprendizaje, y la de eliminar el estigma de que éste es casi absolutamente práctico, asistemático y hasta incoherente. Con la aplicación de las teorías de la instrucción, el proceso de enseñanza-aprendizaje se perfilaría como una verdadera actividad con carácter científico, pues resultaría posible la predicción efectiva y la innovación reflexiva y fundamentada.

lunes, 14 de septiembre de 2015

EL CLIMA LABORAL EN ESCUELAS Y LICEOS


El clima organizacional o laboral es uno de los factores que más aporta al logro de mejores resultados, en una escuela en la cual ya opera una adecuada disciplina laboral.
Entendemos por clima organizacional  el conjunto de variables que incide en la forma como percibimos y nos sentimos en relación a nuestro  y a las circunstancias en las cuales lo llevamos a cabo. En nuestras escuelas y liceos estas variables incluyen, por ejemplo, el  de supervisión que ejerce el director, la relación que establece con su  y las reglas  que fija para el trabajo , por lo que estos temas están inevitablemente ligados.

Lógicamente también lleva implícita  una dimensión personal: somos nosotros, con nuestra esencia  y peculiares características, quienes reaccionamos con agrado, rebeldía, frustración, indiferencia o angustia ante un estilo de supervisión bien sea autoritario o  permisivo; yo diría en un clima equilibrado donde todos los actores del hecho educativo nos sintamos protagonistas en el buen sentido de la palabra,  donde nos sintamos cómodos en nuestras escuelas y liceos  y no hostiles de llegar a nuestros lugares de trabajo. 
Cuando creemos en nuestro proyecto de escuela o  liceo , cuando nos sentimos tomados en cuenta ,reconocidos en nuestro accionar como docentes formadores, apoyados y a la vez desafiados por nuestros directivos, cuando todos los que integramos el equipo de trabajo en las instituciones sentimos que nuestros sueños convergen en uno solo  damos mucho más ,es inimaginable cuanto. Damos tanto que los escasos recursos con que a veces contamos se magnifican, lo pequeño se hace grande y esa humilde aula donde formamos e impartimos conocimientos la convertimos en un hermoso recinto ,con recursos de alta tecnología, amplia, iluminada ,con cómodos pupitres. Los multiplicamos basados en nuestro ingenio y creatividad  y si eso lo hacemos de manera colectiva nuestro trabajo será mejor cada día.  Y nos permite vencer los  obstáculos.
Todo lo contrario ocurre cuanto trabajamos en climas reprimidos, sometidos a presiones, donde la alta gerencia en vez de acompañarnos en nuestra labor y formar parte del equipo se convierte en ese  lider vertical,yoista, castrador que termina minando de estrés el espacio laboral y enfermando a su personal no solo físicamente sino desmotivándonos y haciéndonos caer en desesperanza lo que efectivamente mermará nuestro rendimiento como docentes ,esta actitud es percibida en menor o mayor grado por el alumnado. De ahí la vital importancia de que en las instituciones educativas reine un clima equilibrado, armonioso y cónsono con la loable misión que desempeñamos.
                                                                                                      
      Delia Ducreaux