sábado, 8 de febrero de 2014

NIÑOS AUTISTAS: ANGELES EN LA TIERRA QUE NECESITAN DE NUESTRO AMOR ,AYUDA Y COMPRENSION.


Autismo
    El descubridor de este síndrome, fue Leo Kanner (psiquiatra austriaco) en 1943, tras una investigación en la que estudió los casos de 11 niños que mostraban la particularidad de un extraño aislamiento a una edad tan temprana como era el primer año de vida. Dentro de este síndrome descubrió varios rasgos distintivos, entre ellos la falta de relación de estos niños con las personas que se hallaban a su alrededor. Es importante remarcar que este síndrome no tiene cura, acompañara al niño durante toda su vida, y que los signos de este trastorno del desarrollo en el 70 o 75% de los casos vienen acompañados de un retraso mental importante o no.
El autismo infantil es un trastorno infantil cognitivo que influye directamente tanto en la comunicación del niño autista, como en la relación con su entorno. El autismo se presenta en 1 de cada 500 nacimientos a una tasa de 5 varones por cada niña. Es el tercer problema más común de desarrollo, después del retraso mental y la parálisis cerebral, y afecta actualmente a 400,000 personas en los EE. UU.
Según las estadísticas del Departamento de Educación de los Estados Unidos y otros organismos gubernamentales, el autismo crece a una tasa sorprendente de 10 a 17 por ciento anual. Se desconoce si esta estadística representa un aumento real del número de niños autistas o si se ve afectada por una mayor vigilancia y una definición más amplia del trastorno.
El autismo (TEA) es considerado un trastorno de espectro, en el que en un extremo se ubican los niños que se desenvuelven bastante bien con síndrome de Asperger y en el otro, aquellos que tienen discapacidades mayores. Los niños pueden ubicarse en cualquier punto de este espectro, pero lo que todos presentan en común son dificultades en cuanto a las habilidades sociales y de comunicación.

El hecho de que un niño sea autista, no quiere decir que su capacidad de comprensión sea menor. De hecho, son muchos los niños autistas que tienen unas habilidades y una capacidad cognitiva muy alta, dependiendo del tipo de autismo que se tenga. Dicho de otra forma, el coeficiente intelectual de un niño autista no tiene por qué ser menor. Lo que influye directamente es su capacidad para las relaciones sociales, y su capacidad de comunicación en general.



Por qué aparece el Autismo ?

Las causas por las que un niño padece de autismo son, hoy en día, todo un misterio.
Diversos estudios indican que las relaciones del niño autista con su entorno más directo influyen directamente sobre la aparición de este trastorno. Dicho de otra forma, un niño cuyos padres y entorno directo no muestran afectividad hacia al niño, tendrá más posibilidades de padecer autismo. Sin embargo, este estudio no está totalmente confirmado.

El consenso general es que el autismo es un trastorno genético que tiene que ver con hasta 20 genes o más que causan anomalías en las estructuras o funciones cerebrales. Puede deberse también a algunos desencadenantes del entorno como por ejemplo toxinas, virus o un parto difícil. No hay evidencia que respalde la idea de que las vacunas son una de las causas. Se están llevando a cabo en la actualidad estudios de neuroimagen, electroencefalogramas y otros estudios para investigar las causas del autismo.

Pues cada vez cobra más peso entre las características y causas del Autismo Infantil, la posibilidad de padecer autismo por algún tipo de deficiencia u anomalía neurológica, que se presenta generalmente durante la gestación, y cuyos factores son hereditarios.En la actualidad, no existe cura para el autismo. Lo que sí que se debe hacer, como padres, es recurrir al especialista o al pediatra si detectamos que nuestro niño es autista o puede serlo, ya que, hoy en día, existen tratamientos y actividades para niños autistas que pueden mejorar significativamente el comportamiento de nuestro hijo, favoreciendo con ello la independencia y las relaciones con el mundo.


Síntomas del Autismo infantil
Si hasta ahora pensábamos que el autismo no podría identificarse hasta los 5 o 6 años de vida un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto que mediante la observación del niño en algunos casos ya podría ser identificado en los bebés, aunque en muchas ocasiones no hay síntomas evidentes de alarma.
En el estudio realizado por  la Escuela de Medicina de la Universidad de California, San Diego hicieron un cuestionario donde 10.500 padres con bebés menores de un año respondieron a preguntas tales como ¿el niño intenta jugar con juguetes? ¿el bebé sonría cuando lo miras? ¿te das cuenta de cuando el bebé está contento o enfadado? mediante estas preguntas podría identificarse un comportamiento inusual en el niño.
Entre los niños que participaron en la siguiente encuesta 184 mostraron que había algún problema en el examen inicial, tras más exámenes posteriores 32 de ellos recibieron un diagnóstico de autismo mientras a los 101 restantes se les ha detectado alguna otra enfermedad similar o retrasos en su desarrollo.

¿Qué señales pueden indicar que mi bebé es autista?
Si a partir de los 2 meses tu hijo no presta atención a la luz o a sonidos.
Dificultades a la hora de jugar.
Cuando no mantienen la mirada fija.
Estas señales no tienen porque asegurar que ti hijo tenga autismo pero es muy importante observarlo con atención y si lo crees conveniente llevarlo a un especialista.
Detectar esta enfermedad de forma precoz es muy buena señal ya que iniciar el tratamiento a esta edad tan temprana es mucho más eficaz y se podrá intentar que el niño tenga una infancia lo más normal posible.

Síntomas  más comunes en un niño autista

Cada caso particular puede ser diferente, pero, por norma general, entre la características del autismo infantil y primeros síntomas de los niños autistas que pueden darnos pistas sobre esta enfermedad, son los siguientes:
- No necesitan de consuelo en momentos en los que, por norma general, debería de necesitarlo.
- No son capaces de reconocer los sentimientos de los demás.
- No juegan con el resto de los niños, sino que se entretiene sólo con sus objetos.
- No habla ni se comunica con normalidad


El trastorno autista se caracteriza por problemas en tres importantes áreas:
  1. Deterioro cualitativo en la interacción social, que se manifiesta al menos por dos características:
    • Trastorno marcado en el uso de múltiples comportamientos no verbales tales como contacto visual, expresión facial, posturas corporales y gestos para regular la interacción social
    • Incapacidad para desarrollar relaciones con los demás apropiadas para el nivel de desarrollo
    • Ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir lo que los entretiene (por ejemplo, no muestran, traen ni señalan objetos de interés a otras personas)
    • Carencia de reciprocidad social o emocional

  2. Deterioro cualitativo en la comunicación que se manifiesta al menos por una de estas características: 
    • Demora o carencia total de lenguaje oral (no acompañada por un intento de compensar a través de modos alternativos de comunicación tales como gestos o mímica)
    • En el caso de individuos que hablan correctamente, inhabilidad marcada para iniciar o mantener una conversación con los demás
    • Uso repetitivo y estereotipado del lenguaje 
    • Falta de juegos de imaginación o de juegos de imitación social espontáneos y variados, adecuados para el nivel de desarrollo

  3. Patrones de comportamiento, intereses y actividades estereotipados, repetitivos y restringidos, que se manifiestan como mínimo a través de una de las siguientes características: 
    • Preocupación en exceso por uno o varios patrones de interés restringidos y estereotipados, que son anormales por su intensidad o tema principal
    • Adhesión aparentemente compulsiva a rutinas o rituales específicos y no funcionales
    • Ademanes motores estereotipados y repetitivos (por ejemplo, agitar o mover las manos o los dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo)
    • Preocupación constante por partes de objetos

Si mi hijo es autista, cómo debo tratarlo?
El autismo es una muestra de que el desarrollo de nuestros hijos no está de acuerdo a nuestras expectativas, tratar a nuestros hijos autistas y ayudarlos a que tengan una vida lo más normal posible es un gran reto que no todos estamos preparados para llevar a cabo. Como el desarrollo del habla y la interacción social que tienen nuestros hijos es tan importante, la ausencia de todo esto puede significar frustración y dolor de cabeza para muchas madres y padres que pasan por esta realidad. Veamos a continuación que cosas son importantes para llevar a cabo una crianza digna para nuestros hijos autistas.
1. Aceptación y ayuda: Cuando recibimos la noticia de que nuestro hijo puede estar sufriendo de algún problema de autismo –o algún tipo de autismo infantil— nuestro mundo parece caerse encima de nosotros porque es un golpe duro y difícil. Sin embargo, sino damos el primero paso –con la debida ayuda psicológica— no tendremos la oportunidad de dar lo mejor de nosotros para ayudar al desarrollo de nuestro hijo.

2. Amor incondicional: El amor incondicional que tenemos por nuestros hijos es algo incuestionable, pero este es precisamente el momento en donde se ponen a prueba muchas cosas que tienen que ver con la crianza de nuestros hijos y que ese amor que sentimos por ellos podamos expresarlo verdaderamente  y que ellos puedan recibirlo.
3. Paciencia con los niños autistas: El desarrollo de la paciencia que debemos tener con nuestros hijos autistas es muy grande y sobre todo, hay que conocerlos bien y saber qué tipo de autismo infantil tiene y cómo podemos ayudarlo a desarrollarse mejor.
4. Educación a nuestro entorno: Los familiares, amigos y relacionados deben estar al tanto de esta situación para ellos puedan hacer la vida de tu hijo más viable y feliz. Es por esto que la educación a nuestros familiares es fundamental en lo que respecta al autismo.
5. Educación especial para niños autistas: Nuestros hijos deben recibir una educación especial en lo que respecta al autismo y sobre todo es muy bueno que saquemos provecho a todos aquellos aspectos que son fundamentales para que ellos puedan desarrollarse mucho mejor.


Como  mejorar el ambiente del niño autista


Muchas y variadas pueden ser las pautas que podemos seguir en el momento de mejorar el contexto del niño autista, entre ellas podríamos destacar:

LA ESTRUCTURA DEL AMBIENTE: Es primordial estructurar el ambiente de forma que no existan alteraciones, con recursos que le faciliten las tareas como tarjetas o dibujos. Los lugares para realizar las rutinas diarias tienen que estar bien establecidos, para que así los niños no tengan sobresaltos en sus conductas diarias, también tener presente que cada rutina diaria, necesita su espacio (si el niño va a comer es mejor que no tenga la televisión u otro objeto que le pueda distraer).

 Los niños con autismo necesitan espacios recreativos, no les gusta estar encerrados además es conveniente que estén en lugares variados, para que posteriormente acepten cambios de lugar. Pueden estar al aire libre, siempre y cuando se observen que no existe peligro para su salud.

USO DE ESTRATEGIAS VISUALES:

Los niños con autismo reaccionan mejor a los materiales visuales, por lo que la utilización de laminas o fotografías es un recurso recomendable para facilitar los aprendizajes, desarrollar  la comunicación, y lograr aumentar la compresión y regular el comportamiento. Estos niños tienen una alta capacidad para almacenar imágenes en su cerebro, estrategias como las que a continuación aparecen serán de gran ayuda para trabajar las habilidades sociales.

CREAR UNA AGENDA DE SUS ACTIVIDADES

Debemos intentar que las rutinas sean una constante para estos niños, poco a poco anunciarles cuál va a ser la siguiente actividad que van a realizar y para ello servirnos de materiales como los anteriormente citados. Habrá ocasiones en que los niños van a seguir queriendo realizar la actividad que en ese momento estén haciendo, y se mostrarán agresivos o irascibles si no se les permite, por ello la secuencia de actividades evitará este momento. Crear una seriación como la que abajo aparece facilitará la ejecución de la actividad diaria.

TRABAJAR USANDO " LA ANTICIPACION"

Debemos trabajar siempre teniendo en cuenta la anticipación, ya que a los niños con autismo los cambios de rutina no les gustan, algunos consejos para cambiar las anticipaciones son:

-Uso de anticipación para anunciar un cambio de actividad: a la vez que le vamos diciendo lo que haremos durante el día, con un lenguaje entendible, le vamos pasando las fichas con cada dibujo de lo que vamos a hacer, como ya he comentado estos niños tiene una retención visual importante. Al tiempo que se lo vas explicando debes quitar lentamente la lámina y de la misma manera enseñarle la siguiente lámina con la siguiente actividad.

 -Uso de anticipación para anunciar un cambio de lugar: los niños de edad infantil necesitan de la repetición de actividades para la creación de rutinas, en ocasiones los niños con autismo se pueden confundir por realizar las actividades en distintos lugares y no relacionarlos. Para facilitar esta tarea podemos colorear los márgenes de las tarjetas con los mismos colores, para que asocien la actividad a un lugar determinado.

-Uso de anticipación para que acepte una frustración: para trabajar en el aula algunas de las rutinas que los niños rechazan, como pueden ser dejar apartados aquellos objetos con los que en algún momento tienen una obsesión, es interesante trabajar con ellos anteriormente explicándoles que van a realizar la actividad pertinente, pero que durante ese tiempo no van a poder utilizar su "objeto preferido".

-Uso de anticipación para informarle cómo es un lugar nuevo que visitará: se puede ir contándole al niño cómo va a ser la experiencia que va a realizar, a la vez que les vas enseñando con las tarjetas de imágenes lo que va a suceder.


Fuente electrónica: http://desafiandoalautismo.org/estrategias-efectivas-para-ensenar-a-los-ninos-con-autismo/

Para finalizar comparto una reflexión que encontré en la red.

¿Qué nos pediría un autista? 

Angel Rivière, Madrid 1996



Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y no caos.

No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad.

No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más.

No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son "aire" que no pesa para tí, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo.

Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga.

Hazme saber, de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a tí: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.

Necesito más orden del que tú necesitas, más predictibilidad en el medio que la que tú requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir.

Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.

No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes.

Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.

Lo que hago no es contra tí. Cuando tengo una rabieta o, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. ¿Ya que tengo un problema de intenciones, no me atribuyas malas intenciones!

Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamais "alteradas" son formas de enfrentar el mundo desde desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.

Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis normales.

No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para ayudarme. El autista soy yo, no tú!

No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis "normales". Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa.

Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.

No me agredas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.

Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie.

La idea de "culpa" no produce más que sufrimiento en relación con mi problema.No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.

No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.

Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor.

Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte "novelas". Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.

Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que os decís "normales". Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y sólo áquello que más me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal.

Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya "normal". En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

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