jueves, 23 de enero de 2014

VARIABLES QUE INTERVIENEN EN EL RENDIMIENTO ACADEMICO.


El rendimiento académico es definido por Puche (1999) como “un proceso multidisciplinario donde intervienen la cuantificación y la cualificación del aprendizaje en el desarrollo cognitivo, afectivo y actitudinal que demuestra el estudiante en la resolución de problemas asociado al logro de los objetivos programáticos propuestos” (p. 53). Asimismo, Carpio (1999) lo define como “un proceso técnico pedagógico que juzga los logros de acuerdo con los objetivos de aprendizaje previstos, expresado como el resultado del aprovechamiento académico en función de diferentes objetivos planteados” (p. 36).
Por su parte, Alves y Acevedo (1999), citado por Sánchez y Pirela (2006), mencionan que este rendimiento es “el resultado del proceso de aprendizaje, a través del cual el docente en conjunto con el estudiante, pueden determinar en que cantidad y calidad, el aprendizaje facilitado, ha sido interiorizado por éste último” (p. 81). En una situación de aprendizaje en términos de logros, implica una modificación de la conducta del estudiante, que obedece al crecimiento y a factores internos del individuo (ibid.)
Asimismo, estos autores lo definen como el cambio operado en la conducta del alumno en relación con sus conocimientos, destrezas y habilidades que se expresan como resultado sistemático de un proceso de aprendizaje en un conjunto de asignaturas integrales de un programa de estudio, y que se manifiesta de manera operacional por medio de una escala de calificaciones.

En Venezuela ,la Ley Orgánica de Educación (1980) en su Art. 106 del Reglamento, contempla el rendimiento académico como el progreso alcanzado por los alumnos en función de los objetivos programados previstos. La calificación obtenida por el estudiante se expresa mediante un número entero comprendido entre uno (1) y veinte (20), ambos inclusive, siendo la calificación mínima aprobatoria de diez (10) puntos.
El rendimiento es cuantitativo y cualitativo. Se entiende por rendimiento cuantitativo las calificaciones obtenidas por los estudiantes y por cualitativo, los cambios de conducta en términos de acciones, procesos y operaciones, en donde el alumno organiza las estructuras mentales que le permitan desarrollar un pensamiento crítico, y así poder resolver problemas y generar soluciones ante situaciones cambiantes (Cfr. Sánchez y Pirela, 2006).
Para medir el rendimiento académico, se utiliza la evaluación, que forma parte del proceso educativo, la cual debe ser continua, integral y cooperativa, con el fin de determinar en qué medida se han alcanzado los objetivos educacionales. Para ello se deben apreciar y registrar de manera permanente, mediante procedimientos apropiados el rendimiento del educando, tomando en cuenta los factores que integran su personalidad, valorando así mismo, la actuación del educador y los elementos que conforman dicho proceso (Art. 89).
Se establece que la evaluación debe ser continua, porque se realiza en diferentes fases y operaciones sucesivas que se cumplen antes, durante y al final de las acciones educativas; integral, ya que se deben tomar en cuenta los rasgos relevantes de la personalidad del alumno y los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje y cooperativa, ya que permitirá la participación de quienes intervienen en el proceso educativo.
Por lo tanto, la evaluación es un proceso permanente dirigido a identificar y analizar tanto las potencialidades para el aprendizaje, los valores, los intereses y las actitudes del alumno para estimular su desarrollo, como aquellos aspectos que requieren ser corregidos o reorientados. Además, debe permitir apreciar y registrar en forma cualitativa y cuantitativa, el progreso del aprendizaje del alumno, en función de los objetivos programáticos para efectos de orientación y promoción, conforme a lo dispuesto en el reglamento de la Ley Orgánica de Educación y las resoluciones correspondientes a cada nivel y modalidad del sistema educativo. De esta forma, es relevante determinar en qué forma influyen en el rendimiento académico los diferentes factores que intervienen en el proceso educativo, para reforzar los que inciden favorablemente y adoptar los correctivos necesarios, en los disfuncionales. Así, la evaluación es un aspecto importante en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que facilita una visión del rendimiento académico de manera integral y de la efectividad de este proceso.
 Sin lugar a duda ,una de las dimensiones más importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje lo constituye el rendimiento académico del alumno. Cuando se trata de evaluar el rendimiento académico y cómo mejorarlo, se analizan en mayor ó menor grado los factores que pueden influir en él, generalmente se consideran, entre otros, factores socioeconómicos , la amplitud 
de los programas de estudio, las metodologías de enseñanza utilizadas, la dificultad de emplear una enseñanza personalizada, los conceptos previos que tienen los alumnos, así como el nivel de pensamiento formal de los mismos.

 (Benitez, Gimenez y Osicka, 2000). Jiménez (2000) refiere que “se puede tener una buena capacidad intelectual y una buenas aptitudes y sin embargo no estar obteniendo un rendimiento adecuado ”, ante la disyuntiva y con la perspectiva de que el rendimiento académico es un fenómeno multifactorial es como iniciamos su abordaje. La complejidad del rendimiento académico inicia desde su conceptualización, en ocasiones se le denomina como aptitud escolar, desempeño académico ó rendimiento escolar, pero generalmente las diferencias de concepto sólo se explican por cuestiones semánticas, ya que generalmente, en los textos. la vida escolar y la experiencia docente, son utilizadas como sinónimos. 

Si partimos de la definición de Jiménez (2000) la cual postula que el rendimiento escolar es un “nivel de conocimientos demostrado en un área ó materia comparado con la norma de edad y nivel académico ”, encontramos que el rendimiento del alumno debería ser entendido a partir de sus procesos de evaluación, sin embargo. la simple medición y/o evaluación de los rendimientos 
alcanzados por los alumnos no provee por sí misma todas las pautas necesarias para la acción destinada al mejoramiento de la calidad educativa. 
En el mejor de los casos, si pretendemos conceptualizar el rendimiento académico a partir de su evaluación, es necesario considerar no solamente el desempeño individual del estudiante sino la manera como es influido por el grupo de pares, el aula ó el propio contexto educativo.
En este sentido Cominetti y Ruiz (1997) en su estudio denominado Algunos factores del rendimiento: las expectativas y el género, refieren que se necesita conocer qué variables inciden ó explican el nivel de distribución de los aprendizajes, los resultados de su investigación plantean que: 

“Las expectativas de familia, docentes y los mismos alumnos con relación a los logros en el aprendizaje reviste especial interés porque pone al descubierto el efecto de un conjunto de prejuicios, actitudes y conductas que pueden resultar beneficiosos ó desventajosos en la tarea escolar y sus resultados”, asimismo que: “el rendimiento de los alumnos es mejor, cuando los maestros manifiestan que el nivel de desempeño y de comportamientos escolares del grupo es adecuado ”. 

Definitivamente existe un conjunto de variables donde cabe mencionar : la evaluación escolar, las calificaciones del alumno y  el factor intelectual.
 En cuanto al factor intelectual o Inteligencia, Pizarro y Crespo (2000) sobre inteligencias múltiples y aprendizajes escolares, en donde expresan que:

 “la inteligencia humana no es una realidad fácilmente identificable.Es un constructo utilizado para estimar , explicar ó evaluar algunas diferencias conductuales entre las personas: éxitos / fracasos académicos, modos de relacionarse con los demás, proyecciones de proyectos de vida, desarrollo de talentos, notas educativas, resultados de test cognitivos, etc. Los científicos, empero, no han podido ponerse muy de acuerdo respecto a qué denominar una conducta inteligente “. 

Resulta importante considerar otro tipo de variables, al margen de las calificaciones y el nivel de inteligencia de los estudiantes, que aparentemente inciden en el rendimiento académico y que valdría la pena mencionar. 
En su investigación sobre ‘Los insumos escolares en la educación secundaria y su efecto sobre el rendimiento académico de los estudiantes’, Piñero y Rodríguez (1998) postulan que:

“la riqueza del contexto del estudiante (medida como nivel socioeconómico) tiene efectos positivos sobre el rendimiento académico del mismo. Este resultado confirma que la riqueza sociocultural del contexto (correlacionada con el nivel socioeconómico, mas no limitada a él) incide positivamente sobre el desempeño escolar de los estudiantes. Ello recalca la importancia de la responsabilidad compartida entre la familia, la comunidad y la escuela en 
el proceso educativo”. 

No se puede hablar de rendimiento académico desligándose de la Motivación escolar .La motivación escolar es un proceso general por el cual se inicia y dirige una conducta hacia el logro de una meta.
“Este proceso involucra variables tanto cognitivas como afectivas: cognitivas, en 
cuanto a habilidades de pensamiento y conductas instrumentales para alcanzar las metas propuestas; 
afectivas, en tanto comprende elementos como la autovaloración, autoconcepto, etc.“
Ambas variables actúan en interacción a fin de complementarse y hacer eficiente la motivación, proceso que va de la mano de otro, esencial dentro del ámbito escolar: el aprendizaje. 
El rendimiento académico es un indicador de eficacia y calidad educativa. Las
manifestaciones de fracaso como el bajo rendimiento académico, la repitencia y la
deserción, expresan deficiencias . Las causas del fracaso estudiantil deben buscarse más allá del estudiante mismo.
No es éste el único responsable de su fracaso, lo es también la institución educativa.En primer lugar, ha de tenerse claro, que el rendimiento académico depende no sólo de las Variables que influyen en el rendimiento académico , sino de una serie de factores interrelacionados, tanto internos como externos al estudiante. Está condicionado de manera significativa por las características
personales del estudiante, por variables de tipo académico, pedagógico, institucional, por el entorno social, familiar y cultural, entre otros.
Seguidamente, ha de considerarse la importancia del diagnóstico en educación como un mecanismo de evaluación que permite identificar el estado real en que se encuentra el estudiante, conocer sus competencias, deficiencias y carencias tanto de conocimientos como culturales. Igualmente, ha de tenerse en cuenta, que el diagnóstico permite de una parte, la prevención del fracaso y de otra, el “tratamiento” para combatir el fracaso.
La intervención educativa debe llevarse a cabo antes de que se haya
alcanzado la situación de fracaso escolar. Esto supone que un enfoque preventivo
, de un lado, identificar a los estudiantes en riesgo de fracaso escolar, y de
otro, identificar las situaciones que conducen a que se presente o incremente este riesgo.
Esto quiere decir, que disminuir las tasas de deserción académica y de repitencia, así como aumentar el nivel de aprovechamiento en los estudios, es posible si se hace diagnóstico e intervención educativa, desde un enfoque de la prevención.

A continuación presentamos algunas  variables que intervienen en el rendimiento académico, que son a su vez los principales indicadores de riesgo de fracaso escolar.

VARIABLES SOCIOCULTURALES
-Origen sociocultural
-Nivel educativo del padre y de la madre
-Clima educativo familiar
-Integración social del estudiante

VARIABLES INSTITUCIONALES
-Tipo y tamaño del centro
-Procesos de funcionamiento
-Políticas educativas

VARIABLES PEDAGOGICAS
-Expectativas y actitudes del profesor
-Formación y experiencia del profesor
-Personalidad del profesor
-Proceso didáctico
-Acompañamiento pedagógico
-Tamaño del grupo
-Clima de la clase

VARIABLES COGNOSCITIVAS
-Aptitudes intelectuales
-Rendimiento académico previo
-Capacidades y habilidades básicas
-Estilos cognitivos
- Motivación

VARIABLES ACTITUDINALES
-Responsabilidad hacia el aprendizaje
-Satisfacción
- Interés por los estudios
-Decisión ante los estudios
-Planeación del futuro
-Autoconcepto
-Habilidades sociales


Se hace mención especial en este artículo sobre el Autoconcepto.


Las investigaciones sobre relaciones de causalidad entre autoconcepto y rendimiento
académico, confirman que estas variables se influyen mutuamente. 

Según González R. y otros : el autoconcepto, designa el conjunto de percepciones y creencias que una persona tiene sobre sí misma en diferentes áreas. En su investigación con 597 estudiantes universitarios de La Coruña concluyen que el autoconcepto académico influye directamente en el rendimiento, es decir, que la creencia de que los resultados académicos se deben a factores internos (capacidad y esfuerzo) y el percibirse como un estudiante competente, influyen de forma directa, positiva y significativa sobre el rendimiento académico.

En cuanto al autoconcepto personal, Alvarez Rojo y otros (1999) en un estudio con
estudiantes de la Universidad de Sevilla, afirman que el conocimiento de sí mismo, en tanto que supone ser consciente de las propias posibilidades y limitaciones, o del estilo y ritmo de trabajo personales, es considerado por los estudiantes un elemento básico de cara a un buen trabajo en la universidad. Los mismos autores consideran que otro factor importante para el éxito académico es la autoestima, que implica no sólo un conocimiento de sí mismo sino una confianza en sus propias capacidades. Así, una autoestima baja, puede un indicador de riesgo de fracaso escolar.
Otra variable ampliamente estudiada ha sido, la relacionada con las habilidades sociales.
Así, ser socialmente competentes, tener un comportamiento social adecuado y disfrutar de cierta popularidad, se relaciona positivamente con el rendimiento académico según los resultados de algunas investigaciones. Por una parte, la interacción con el grupo de iguales aparece como una variable que incide en el proceso de socialización y en la adquisición de competencias sociales e intelectuales, y como tal puede incidir en el aprendizaje. Por otra parte no puede descartarse que las habilidades sociales del sujeto influyen en el rendimiento
en tanto que inciden en las percepciones que los profesores tienen de aquél (Pelechano,1985, Elliot y otros, 1989; Fullana, 1998, Galand B. 2004).
Alvarez Rojo y otros (1999), afirman que la educación  implica la existencia de
grupos de estudiantes que comparten espacios, horarios, profesores y experiencias formativas. En este sentido, las habilidades del estudiante para desenvolverse en el medio social constituyen un factor importante de cara al éxito en los estudios. Sin embargo todo debe estar orientado a ejercer una acción preventiva , tomar en consideración los riesgos del fracaso académico, teniendo en cuenta que existen ciertas variables de tipo estructural que son difíciles de modificar a través de la intervención educativa (como las variables socioculturales y demográficas). Es decir, que la intervención debe orientarse hacia aquellas variables que son modificables a través de la acción
educativa como son las políticas educativas del centro y en general todas las variables actitudinales y pedagógicas. Estos dispositivos pedagógicos para evitar el bajo rendimiento académico, la deserción estudiantil y la repitencia, han de responder a un análisis de detección de necesidades.
Obviamente lograr un Buen rendimiento académico depende de la convivencia armónica de todas las variables mencionadas anteriormente.



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